“Arremojate la tripa que ya viene la
calor”, decía Labordeta en una de sus canciones, y parece que ya
la tenemos aquí, los veladores se llenarán por la tarde, las
piscinas recibirán a los usuarios para tratar de mitigar la
“soflama”, los frutos madurarán, no se podrá salir de casa
hasta las nueve de la noche, el sudor se apoderará de nuestro
cuerpo, la ducha será insuficiente para mitigar las altas
temperaturas, el recibo de la luz se inflamará con el consumo del
aire acondicionado, los mojitos sabrán a caribe, se venderán
helados, las neveras a máximo consumo, ¡viva la calor!.
En la mesa, las ensaladas triunfarán,
comidita ligera, que hay que lucir palmito en playas y piscina.,
Durante un par de meses no se protestará por los recortes en
educación, los hospitales cierran plantas porque la demanda es
menor, los anuncios de las tropelías gubernamentales y el choriceo,
quedará aparcado hasta el otoño, para qué darse mal, cuando se
está disfrutando de la paellita en el chiringuito playero, ¡no trae
a cuenta!, ¡ya nos preocuparemos en septiembre!, cuando se inicie el
curso, se acaben los trabajos temporales del verano y otras
menudencias similares.
Los Duques de Palma no veranearán en
Mallorca, no está muy bien vistos por la isla, la familia Real,
saldrá a tomar el cubata a bordo de una patera a remo, el Rey no
podrá ir a cazar a Zambia, o donde sea, la Corina ya no existe.
Los cubatas correrán a raudales en
plazas y descampados, las fiestas patronales incidirán en aparcar
temas como el paro, la corrupción, la reforma de la Constitución, y
cosicas similares.
El implacable sol estará con nosotros
casi todo el día, la noche será corta y calurosa.
La Merkel, preparará las elecciones en
su país, el BCE el FMI y la madre que los parió seguirán diciendo
que hay que ajustar y ahorrar más, aunque el país entero se quede
sin trabajo, los asesores seguirán cobrando sustanciosas nóminas
para poder llenar playas, chiringuitos, hoteles y discotecas.
Las peñas tendrán locales homologados
y seguros por si hacen algún estropicio, el ruido cesará a hora
temprana y todos a dormir plácidamente, tampoco habrá mucho para
gastar, los cabezudos asustarán a los pequeños, los gigantes
bailarán en la plaza, los veladores se llenarán a la hora de las
maravillosas orquestas, la gente reirá bailará y será feliz.
Los días veraniegos pasarán
plácidamente, con la mente en otras cosas que no sean las cotidianas
del resto de estaciones, “la calor”, nos evitará malos
pensamientos, todos seremos felices y beberemos cerveza a raudales, o
tinto de verano, o cubatas o gin tonics, eso si sin subvenciones, que
esas quedan para los padres de la patria, que para eso son padres y
nosotros sus hijos, ya se sabe, comer huevos, solo cuando se sea
padre.
Y llegará septiembre, eso es otro
cantar, de momento ¡Viva el Verano!
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