Doce días sin luz, no está mal,
habría que mirar cuanto se ha ahorrado en energía y declarar la
docena de noches de ahorro, haciendo itinerante la medida ahorrando
de esta forma en la factura eléctrica municipal, ya que hemos
empezado sigamos por ese camino, una plaza y una calle y cada doce
días a cambiar, de esta forma puede que nos toque una sola vez al
año.
Estos dos invitados vienen todos los días a saciarse del fruto de las moreras, tienen incluso sus altercados disputándose una misma mora cuando los árboles ofrecer cientos de ellas, ellos no saben lo de la oscuridad nocturna porque a esas horas están durmiendo, esperando la luz natural y gratuita, sería una buena solución para incidir en el ahorro.
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