sábado, 24 de noviembre de 2012

UN OTOÑO DE ENSUEÑO

Esta de chopo de las orillas del Guadalope, las pequeñas no tengo ni idea pero quedan muy decorativas, este año está resultando pletórico en cuestión micológica y con un otoño que ya podríamos firmar para siempre, hacía muchos, no recuerdo ninguno, que no teníamos una estación otoñal tan completa como en este año 2012, debe ser lo único que no se ha recortado.
El otoño nos ofrece, y más en un año como este, imágenes de ensueño, parece como si las plantas se despojaran de los ropajes del verano para ponerse en pijama o camisón, preparándose para el dulce sueño del invierno, árboles de hoja caduca que se despojan poco a poco, ofreciendo una amplia gama de colores, amarillos, naranjas, rojizos, marrones y todo en una amplia gama de tonalidades.
Es para muchos el otoño, la estación más dulce, la más sosegada, castañas, frutos secos, fueron flor en primavera para dar su fruto en otoño, setas, en auténtica colaboración con los árboles, les aportan minerales, esas setas que son una auténtica delicia gastronómica, algunas, está claro, otras nos pueden dar un disgusto, incluso el pasaporte a otra vida, si es que hay otra vida, en todo caso nos pueden convertir en el primer paso para servir de alimento a los gusanos.
Suaves temperaturas, lluvia en abundancia, los árboles se han desprendido de las hojas lentamente, dándonos tiempo para disfrutar de su cromatismo, nieblas matinales, sol por la tarde, ¡qué más podemos pedir!, bueno, eso de pedir más,  dejemoslo para otro día, de momento nos alegramos de esta estación otoñal tan buena, del resto ¡ya hablaremos!
Los ríos, se apaciguan, la lluvia, salvo excepciones cae plácidamente, apaga la sed del verano, reverdece la tierra, da vida a las plantas del monte, las prepara para el invierno que se adivina próximo.
Y un otoño como este de 2012, todavía más,la climatología por estas longitudes y latitudes nos brinda otoños efímeros, apenas vemos caer la hoja y el cierzo ya la ha descolgado de los árboles, el frío llega pronto, a primeros de noviembre, las setas son efímeras, con las primeras heladas se retraen, pero es año no, temparaturas suaves, abundancia de lluvias y con ello de setas, ausencia de viento que ha hecho que las hojas cayeran plácidamente una vezs cumplida su misión de fotosíntesis.
Atardeceres expléndidos, cromáticos, como si el día se resistiera a marchar a tan temprana hora, apenas las seis de la tarde
 
 
 
 

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