martes, 6 de noviembre de 2012

DE VISITAS REALES


Pasan las horas plácidamente, un hermoso día de otoño, ambiente y temperatura que incitan a no hacer nada, a dejar vagar la imaginación, mañana dicen que será un día histórico para Caspe, vienen de visita, casi relámpago, los príncipes de Asturias.

Hay antecedentes de visitas reales, en los inicios del siglo XX parece que el rey Alfonso XII, pasó en ferrocarril y el tren paró en la estación de Caspe, el alcalde la corporación y vecinos allí estaban para ver al monarca.

En 1993, el 21 de octubre, se recibió la visita de los Reyes de España, qué diferente la parafernalia a la visita de mañana.

Durante semanas Caspe se limpió, se pintó, y se asfaltó, pero cuidado, solo en el recorrido que iban a realizar los reyes, Ada Chiprana, Gumá, Sta Lucía Pza Heredia y calle Mayor, la actividad fue frenética, las fachadas se limpiaron y pintaron, el Ayuntamiento puso a disposición de los vecinos el andamiaje de forma gratuíta, vamos que Caspe quedó lista para revista.

La corporación recibió a los monarcas en el Ayuntamiento, firmaron en el libro de honor, unos pocos fueron invitados a la recepción, salieron al balcón, se interpretó y bailó el Bolero de Caspe, se dieron un baño de multitudes en el recorrido por la calle Mayor hasta la Colegiata, el cierzo apareció sin invitación, en el pótico se leyeron los discursos del alcalde Mariano Gómez, del presidente de Aragón José Marco y del Rey, los papeles casi volaban, los pelos incontrolables, a excepción del pte del Gobierno de Aragón que llegó con el pelo totalmente engominado y el discurso plastificado.

Posteriormente fueron hasta la Plaza de los Reyes, desde aquél día, descubrieron el monolito de piedra y la declararon inaugurada, de allí al campo de fútbol, donde los esperaba el helicóptero y a SOS del Rey Católico.

Tantas semanas de preparación para apenas una hora de visita, tan rápida fue que el Bolero de Caspe tuvo que bailarse en apenas un minuto.

La visita dejó alguna anécdota, tendría unos siete años, la hija de un amigo, la tarde anterior estábamos en un bar de la plaza, y la niña perseguía al padre, “papá, papá”, decía con insistencia vamos a escribir la carta a los reyes que vienen mañana y si no tienen la carta no me dejarán los regalos, “hija mía, que no son los magos, que son los de España y estos no traen regalos”, decía pacientemente el padre, la niña insistía, y finalizó, está bien, pero por si acaso vamos a escribirla, el padre accedió y allí mismo plasmó las peticiones infantiles en la carta.

La anécdota la conté en la radio a los compañeros de redacción, y cuajó, tanto que al inicio del programa la locutora en aquél momento iniciaba así la programación.

“buenos días queridos oyentes, mañana va a ser un día histórico para Caspe, tras muchos días de preparación mañana vienen a Caspe sus Majestades los Reyes Magos”, silencio, la locutora dice, ¡uy, que he dicho!, y queda en silencio, y así la radio unos minutos sin sonido alguno, tuvimos que recuperarnos para poder articular palabra.

Y que nos dejaró aquella regia visita, alcantarillas revisadas, por aquello de las bombas, fachadas limpias y recien pintadas, la avda Chiprana asfaltada desde la Cruz Roja, y un repetidor de telefonía móvil, en Caspe lo tuvimos al menos uno o dos años antes por la regia visita.

Y el baño de señoras de la Casa Barberán con terciopelo en la taza del WC.

Por aquella época andábamos metidos en una crisis económica notable, no tan sobresaliente como la actual y en pocos años se salió y vinieron los años de la abundancia.




Veremos que nos depara el día de mañana, y los subsiguientes.

No hay comentarios: