lunes, 15 de septiembre de 2008

UNA ILUSIÓN OPTICA

Atardecía, el cielo se tornó en rojos y naranjas, amenazaba tormenta, el viento retorcía las nubes los colores cambiaban, un instante era diferente al siguiente y distinto del que vendría, la silueta del monte quedó casi difuminada, atraía quedarse quieto, inmóvil para no distorsionar ni un ápice de lo que podía suceder
Con la oscuridad llegó la luna, los cielos se habrieron dejando un ambiente fresco y limpio, los colores giraron hacia los azulados, las sombras ganaban terreno, el día se apagaba poco a poco dando paso a una noche clara donde las sombras se comfundía y de nuevo distorsionaban la realidad.
Cuando ya la noche se hizo dueña del paisaje llegó el estallido de luz artificial, de repente la realidad, ya no había sueños, se perdió todo atisbo de imaginación, solo quedaba la realidad de los fuegos artificiales, explosivos ruidosos luminosos , pero efímeros, dejaron ver un instante para apagarse y de nuevo el silencio, la oscuridad, la luna ya no estaba, se había asustado, la amenaza de tormenta se disipó con la noche, todo quedó negro, habrá que esperar el amanecer, me dije y me fui con la imagen de la tormenta y la luna

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