martes, 23 de abril de 2013

IN MEMORIAM


¡Ya está!, ya ha pasado, o casi, el día de San Jorge, todavía no comprendo como se decidió adoptar este santo como patrono de Aragón, lo es de Castilla León, de Inglaterra y de Cataluña que no acabaron de decidirse, aunque si han mantenido una bonita tradición, regalar, a ella, una rosa, y a él, un libro.
Este santo patrón parece que lo sacaban las tropas cristianas cuando se ponían difíciles las cosas en sus batallas contra los moros, y parece que fue devuelto a la larga y fría noche en varias ocasiones, y siempre reaparecía cuando hacía falta, la última dicen que lo descuartizaron y enterraron sus restos separados.
Está constatado que es más una leyenda que realidad, pero bueno, que le vamos a hacer, ahí lo tenemos y además es un día festivo que a muchos bien les va para hacer puente.
En los albores de la autonomía se realizaron grandes fiestas, incluso se sacaron fuera de Zaragoza, hasta que un buen año el cierzo se encargó de jorobar “la cosa” con unas fuertes y largas ráfagas que dieron al traste con la fiesta que ese año se celebró en Monegros.
Parece que el fracaso, gracias al generoso soplar del cierzo, decidió, que mejor en Zaragoza que no estaba la cosa para dispendios generosos.
Este año, como en anteriores se han realizado actos institucionales en las tres capitales, y parece que al menos en Huesca y Teruel no han sido muy festivos para los gobernantes, el pueblo harto ya de ponerlas, sin ver sacrificios de los administradores ha salido a la calle y ha dedicado alguna que otra sonora pitada al gobierno aragonés.
El día anterior a la celebración del patrono aragonés, la Asociación de la Mujer Caspolina y la 14 de Febrero dedicaron un sentido y merecido homenaje a una mujer que durante su vida hizo suficientes méritos para recibir ese homenaje en vida, me refiero a Asunción Brú, muchos de sus amigos estaban allí, menos seguramente de los que manifiestan esa amistad y que el lunes por una u otra causa no estuvieron presentes, si que es verdad que los allí presentes estaban por que la querían y sintieron su temprana marcha.
En mi caso siempre tuve una relación muy cordial con Asunción, no como otros, no tan próxima, pero si muy cordial, nunca pasábamos al lado uno de otro sin para a intercambiar alguna frase, incluso conversación.
A lo largo de mis años en la radio siempre tuvo los micrófonos abiertos, especialmente en su gran labor junto a Aurora por conseguir mejor atención sanitaria, el traslado del botiquín, la utilización de agujas desechables, los recipientes para las muestras de orina gratuitos, pero su gran logro fue el de conseguir, junto a Aurora, el que en Caspe no perdiéramos la referencia del hospital Miguel Servet.
Seguramente, alguien pensará porqué no dijiste nada el lunes, pues porqué consideré que había gente entre los presentes que tenía mucho más derecho a hablar de ella que yo, no podía esgrimir argumentos de mi gran amistad con ella, la mía era corriente, pero leal, no podía decir cuanto había colaborado con ella en sus luchas, no hice sino cumplir con mi obligación de informar a través de los micrófonos de SER Caspe, y eso no creo que fuera mérito suficiente para irrumpir en un homenaje que otros si deberían haberse implicado más, para algunos era de obligado cumplimiento, para otros como yo, nuestra presencia era lo correcto.
Asunción ya no está, y no por no haber tenido mayor contacto con ella quiere decir que no la eche en falta, que en ocasiones subiendo o bajando por la calle del Coso no tenga la sensación que me la voy a encontrar, pararme unos minutos y preguntarle, ¿qué Asunción, qué te parece la actual política caspolina?, me imagino su respuesta, pero como es imaginación no me atrevo a plasmarla en este escrito.
En fin, un cálido homenaje, merecido, un homenaje que con todo, y como dice Joaquín en un escrito suyo, tuvo demasiadas ausencias, más que ausencias manifestación de viva voz en su honor, como ya he dicho, otros, solo estábamos acreditados para estar presentes.

No hay comentarios: