miércoles, 24 de agosto de 2011

UNA MAÑANA "NORMALITA"


Ayer me conformaba, con traspasar el arco iris y encontrar  un mundo “normalito”, no han pasado veinticuatro horas y esta mañana he tenido la dicha de comprobar que ese mundo normal, sin misterios, sin puñaladas, sin traiciones, sin conspiraciones, con amistad con charla inteligente y fluida, EXISTE.
            En Rimer, junto a un museo particular que bien pudiera asemejarse al implantado en los Campos de Marte a la vera de la Torre Eiffield, bajo la protectora sombra de moreras y azufaifo, tras haber impedido que diez huevos se convirtieran en hermosos pollos, haber disfrutado del trabajo de toda una jornada de unas gallinas que además de soportar, al gallo, toda la vida truncándoles el sueño con las primeras luces del alba,  tienen que ver como el huevo que tanto trabajo le costó expulsar de su emplumado cuerpo, acaba en una sartén, flotando en humeante aceite de oliva virgen del Bajo Aragón, machacados como es de rigor, con pan de chusco, engullidos con avidez, regado con un buen vino de Burdeos, ya que la sombra de la torre parisina nos acogía, y acompañado por un excelente chorizo y morcilla de Burgos.
            Qué más se puede pedir si además la compañía se  compone de gente inteligente de ágil y amena conversación y si además esa conversación no se  centra únicamente en el tema de actualidad, sino que discurre por los más variados campos del conocimiento.
            La mañana ha sido fresca, el cielo nublado, el café excelente, las gotas de brandi bendecidas.
Otro mundo es posible, aunque la gallina piense lo contrario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La gallina es feliz colaborando en que haya mañanas normales en dias normales en un mundo normal y con personas normales.

Salud y reflexion
Joaquin Cirac Garcia

Pedro dijo...

¿ Dónde se saca el ticket que da derecho a tal evento ?

Paz y Poesía


___
... Lo Supieron Los Cristianos: La Vida Pasa Horizontal, La Muerte Llega Vertical ... ( Sergito " El Filósofo" )

Anónimo dijo...

Bendita gallina que nos da tantos placeres, sin escatimar lo mas minimo sabores y olores.

Saludos

Guillermo.

En Barcelona sudan hasta las piedras.