domingo, 22 de septiembre de 2013

EL DESPERTAR

Habían pasado 20 años desde que nos fuimos del pueblo, en ese tiempo no había sentido ninguna nostalgia de volver a pisar sus calles sentir sus olores o recordar a las gentes con las que viví mis primeros años, era muy joven cuando me fui , no se muy bien que nos llevó al camino de la emigración a emprender la huída la aventura de la inmigración, pronto olvidé aquél pueblo, recordaba las incomodidades de la casa familiar, el único foco de calor en invierno era la cocina, y los inviernos eran fríos.

El tiempo parecía haberse detenido, las mismas calles, las mismas casas, no me fue difícil encontrar la mía, todavía en un resquicio de mi cerebro estaba grabada la situación, y en 20 años apenas recordaba haberme acordado de la casa familiar que lo fue hasta casi los diez primeros años de mi vida.

Hacía mucho tiempo que la puerta de mi casa no se abría, me sorprendió el recordar aquél edificio como Mi Casa, nunca en los veinte años desde mi partida había tenido un sentido de la propiedad como en aquél momento, Mi casa, la de mis padres y antes de mis abuelos, llegué a dudar si aquella era realmente la casa en la que había nacido dudé al abrir la puerta, tal vez temiendo encontrar muchos fantasmas entre sus muros, 20 años eran muchos años para que un edificio se conservara en condiciones, las dudas eran tales que pregunté a una persona que pasaba por la calle.

Su respuesta fue para mi un impacto, como si recuperara la memoria de las dos últimas décadas, tuve además un sentimiento de culpabilidad, de haber desperdiciado mis recuerdos, de haber dejado que mis raíces se secaran, sentí remordimiento por el olvido al que había sometido al pueblo del que incluso renegaba en la ciudad ocultando mi origen el sitio donde nací, como si sintiera vergüenza de mi pueblo, ahora no se porqué mis recuerdos eran nítidos y mis raíces cobraban vida, a la vez que un sentimiento de traición a esas gentes a mis antepasados.

¡Cuanto tiempo sin saber de vosotros!,¿que ha sido de tu familia?, ¿viven tus padres?, ¿te has casado?, tantas preguntas a las que debería responder sentí vergüenza desasosiego, porqué había renunciado durante tanto tiempo a mis recuerdos de niñez, porqué había querido borrar de mi mente a aquellas gentes, sus casas, sus calles, el entorno, sus vivencias que fueron las mías durante diez años, los primeros de mi vida, los que dicen que marcan esos que yo había borrado casi de mi memoria y que ahora venían agolpados, pidiendo paso y un hueco en mi atormentado cerebro.

¿No te acuerdas de mi?, la mirada me traicionó no reconocía a aquél hombre que seguro sabía mas cosas de mis primeros años de vida y de mi familia que yo mismo, ( Mi Familia, dejó de serlo apenas culminamos la cuesta desde la que ya no se veía el pueblo cuando nos fuimos hace 20 años).
Ese hombre era como mi conciencia me hacía sentirme culpable no me acordaba de mi pueblo de sus gentes había renunciado a todo me sentí angustiado y solo fueron unos segundos entre mi pregunta y la respuesta del vecino y parecía que había pasado horasincluso, es como si el tiempo se hubiera detenido para permitirme poner un poco en orden mis pensamientos.

Pero responde muchacho me dijo que ha sido de tus padres, fallecieron, dije, mi padre hace unas semanas mi madre ya hace años que nos dejó

No sabía nada continuó, claro que desde que dejasteis el pueblo nunca mas se supo de vosotros, esas palabras me parecieron como una daga desgarrando mi alma, si es que la tenía, al menos parecía como si la estuviera recobrando, hace apenas unas semanas no habrían significado nada, sin embargo cada palabra del vecino venía a abrir mas mis heridas a sentir que nunca tendría el tiempo necesario para recobrar lo perdido, mi memoria, mi niñez, mis orígenes, sentí como si no tuviera derecho a tener orígenes, no me los había ganado.

Pero que haces aquí hijo, este hombre tiene la facultad de abrir mas mis heridas y echarles sal para que no cicatricen, pensé, no sabía que había venido a culminar la mayor traición a mis antepasados y a mi mismo, estaba allí citado para vender mi casa

Con la venta sacaría suficiente para la entrada de un apartamento tipo colmena con paredes de papel y alejado de la playa, lo iba a cambiar por una casa con historia, de recios muros de piedra seguramente labrados por las manos de algunos de mis antepasados.

Que te pasa muchacho, estás pálido, no se tal vez sea la altura o la pureza del aire, no estoy acostumbrado a respirar aire tan puro

No será que te estas arrepintiendo de lo que vas ha hacer, ¿cómo sabe ud lo que voy a hacer?, mira hijo, ¡no me llame hijo ¡, yo no soy su hijo, mira muchacho, ¿así está bien?, preguntó con cierta malicia, esto es un pueblo y aquí nos enteramos de todo, se y sabemos que vas a vender la casa, sabes, tenemos mucho tiempo, aquí, corre de forma distinta, salimos a la calle comentamos lo que pasa por el pueblo, y por tu casa, la de tu familia , nos preguntaron hace unos meses, aún debía vivir tu padre .

Aquellas palabras sonaron cual dardos envenenados.

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