Una vez más con esto de la meteorología ha pasado como con tantas predicciones y esperanzas, Junio vino lluvioso, nos frotábamos las manos, por fin se acabó la sequía, será un verano fresquito, aquí estamos en Agosto y lo único que hemos visto es un liviano arco iris tras un intento de tormenta, ni siquiera truenos, puede que en algún punto haya descargado pero en el cómputo general esto va de nuevo de sequía.
Sin tormentas no habrá setas, y sin setas el Otoño será otra cosa.
Parece que ni las serpientes de verano son lo que eran, todo el mundo hablaba de ellas pero nadie las había visto, este año de nuevo, lombrices si acaso, y como no ha llovido ni eso.
Qué tiempos en los a partir del 15 por la noche manga larga, ¿pero hubo tiempos de esos?, qué tiempos en los que todo iba bien, ¿los hubo?, qué tiempos en los que éramos más jóvenes, ¿lo fuimos?.
El calor puede volver a uno loco, más que el frío, hacerle perder la razón, el frío mata con más frecuencia que el calor, pero es más fácil de paliar, la primavera y el otoño han desaparecido, ¡como tantas cosas!, tanto que ya casi ni lo echamos en falta.
volviendo al arco iris, ¡qué tonalidades tan sutiles, los colores primarios y alguno compuesto, en armonía formando una cúpula anunciadora de que la tormenta se ha acabado, ¡qué bella forma de hacerlo!.
y la frescura tras la tormenta, la calma el olor a ozono la vegetación revivida, ¡sin tormentas nos vemos privados de esas sensaciones!.
y por si fuera poco se han acabado las fiestas, hasta Noviembre nada, bueno tal vez para el Pilar.
¿pueden llegar tormentas atrasadas?, servirán para que las setas y hongos salgan a la luz y nos deleiten o envenenen.
¡vaya lío! y todo por no tener tormentas veraniegas
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