Acabaron las fiestas, ahora toca
descanso, especialmente para los autónomos que se toman esta semana
para descansar de las duras tareas del año, la cosa no da para más
y una semana debe ser suficiente si no se quiere perder fidelidad en
la clientela.
La última de agosto para preparar el
duro año siguiente y ya en septiembre con fuerzas renovadas a ver
como sigue el país, cuantos “chorizos” saldrán del armario, a
la fuerza, cuanto dinero ha desaparecido de las arcas públicas,
¡cuánto se ha mamoneado!.
Los jueces y fiscalía anti corrupción
están que no pueden hacer vacaciones ni en verano, y mientras tanto
“los otros”, los que han dejado el país en bancarrota a
disfrutar de playas, barcos, hoteles de lujo y otras delicias, eso
si, si no los pillan.
Llega septiembre, el mes de los que no
hicieron sus deberes durante el curso anterior y no aprobaron en
junio, mes de renovados programas, de buenas intenciones, de
proyectos nuevos, mes en el que los sofocos del verano se ven
mitigados, mes en el que empieza la temporada de setas, que este año
promete ser gloriosa, mes noveno del calendario gregoriano, mes
también de revueltas y protestas, y anda que este año se promete
cargado, las diferentes mareas, la verde, la negra, la blanca, todas
afilando sus estrategias, programando protestas a diestro y
siniestro, ¡vamos que tenemos por delante un buen mes!.
Por estas latitudes tendrán que verse
algunas acciones, léase, Finca Herradura, Hotel Latorre, Residencia
tercera edad y Centro de Día, ordenanzas cívicas, incluida la de
peñas, preparar presupuesto municipal, vamos un rosario de temas
pendientes que quedaron pendientes ante la canícula y que con el
otoño tendrán que retomarse.
Habrá que darse prisa, porque en
cuarto días el pilar, cuatro después, Todos Santos, y sin darnos
cuenta Navidad, y es que el tiempo pasa muy deprisa, demasiado a
veces, excepto cuando algo no nos gusta, entonces se relentiza hasta
la saciedad, por ejemplo el verano.
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