Hace ya cuatro meses y
“pico”, me retiré de la política activa, no me arrepiento, mi
posición durante muchos años ha sido la de informar sobre la
política, pero mi situación actual, jubilado, también ha hecho que
me retire de esta función.
De tal forma, me dedico a
tomar café con los amigos, pasearme por el pueblo y especialmente
recuperar mi afición por la fotografía, especialmente temas de
naturaleza.
De esta forma las
cuestiones políticas las veo, con cierta lejanía, solo me preocupa
lo que afecta al ciudadano, el resto es cosa de los profesionales de
la “noble acción política”.
De esta forma que se haya
presentado una moción me importa si acaso, cómo puede afectarme
como ciudadano, poco o nada importa quien manda, sino como manda, no
tengo ni idea, ni me preocupa, como lo harán unos o como lo hicieron
los otros, estoy al margen.
Está claro que no voy a
manifestarme ni a favor ni en contra, tampoco les deseo ni bienes ni
desgracias, no es de mi incumbencia si era, o no, oportuno, no he
participado, así que no puedo opinar, ni quiero.
La única reflexión es
que las cuestiones políticas desde 1995 han sido convulsas en Caspe,
no siempre se ha respetado la decisión del pueblo, es decir que
gobierne el que más votos ha obtenido, pasó tras las elecciones
de 1995, 2003 y 2007, en 2011 parece que cambiaba la tendencia y se
dejó gobernar al que más votos obtuvo en las urnas, un año y medio
ha durado esta situación.
Hay que dejar claro que
todas estas acciones son totalmente legítimas, así se contempla en
la legislación, no tiene porque ser el que más votos tiene el que
deba gobernar sino aquél que es capaz de lograr mayor número de
apoyos hasta completar los votos necesarios para hacerlo.
En Caspe, hay una
tendencia a la fragmentación del voto, de ahí que en las últimas
elecciones, y también en las anteriores, la composición quedó muy
dividida, cinco formaciones entraron a formar parte del concejo,
nadie obtuvo el número necesario de concejales para gobernar en
solitario, eran necesarios pactos, antes o después de la
constitución del Ayuntamiento, no fue posible, gobernó el que más
votos obtuvo, así se contempla en la legislación española.
Lo que hagan o dejen de
hacer los que pueden tomar decisiones es cosa suya, el ciudadano solo
podrá dar su opinión en 2015, en las próximas elecciones, ahí se
verá si han acertado unos u otros.
La única preocupación
que tenemos los ciudadanos es como nos afectará o beneficiará la
decisión de los que hoy pueden tomarla, los grupos políticos, son
los que el ciudadano legitima en las elecciones y no hay mandato
imperativo, de tal forma que tienen las manos libres para hacer lo
que crean conveniente, al ciudadano solo le queda la oportunidad de
decir lo que piensa y lo que quiere una vez cada cuatro años, y
ahora no a otorgado la confianza absoluta en ningún grupo político
y hay que respetar esa decisión.
Queda claro que nos
esperan tiempos difíciles, convulsos, solo queda pedir que acierten
en sus decisiones, la vida política no es solo cuestión de
gobierno, la oposición tiene una tarea importante, controlar al
gobierno y desde sus medios ayudar al administrado, y se puede hacer,
si se tiene voluntad de servicio y se aparcan las cuestiones
personales, se está ahí por decisión propia, a nadie le obligan,
creo, y se está porque se quiere hacer algo por los demás,
cualquier otra cosa va contra la “ética política”, el bien
común debe prevalecer sobre el particular, el deseo de grandeza debe
aparcarse y convertirse en deseo de servicio, de no ser así no se
cumple el fin para el que el ciudadano ha depositado su confianza.
1 comentario:
Y por qué te fuiste o se liberaron de ti?
Publicar un comentario