Unas doscientas personas
se dieron cita el sábado 1 de diciembre para disfrutar de un gran
concierto, el del Conservatorio Superior de Música de Zaragoza, un
gran concierto que nos desveló los sonidos que pueden salir de un
saxofón.
Posiblemente la obra
cumbre fue la Tocata y Fuga de Bach, sublime, un sonido que recordaba
un órgano de tubos.
El público, en pie,
despidió a los músicos que durante hora y media no hicieron sino
sorprender al auditorio, música clásica en la primera parte y
música del siglo XX en la segunda.
El concierto, además de
formar parte de la celebración del VI Centenario del Compromiso,
tenía otro fin, el de dar a conocer el proyecto ciudadano para la
construcción de un órgano de tubos, y vaya si cumplió con esta
última misión, Caspe, sus ciudadanos, los amantes de la música se
mostraron generosos con el proyecto ya que se permitió poder hacer
donativos para la causa, gracias especialmente al departamento de
cultura al director general Humberto Vadillo y al Ayuntamiento de
Caspe y en su nombre la concejal Elise Ventura.
Tuvimos ocasión de
hablar con el director del grupo de saxofones que nos comentaba que
habían estado muy cómodos, con la sonoridad del teatro, el
acogimiento por parte del público y especialmente por la
sensibilidad del auditorio y “cultura musical”.
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