Hoy Cádiz ha
dado un paso más para que la celebración del segundo centenario de la Constitución
que se promulgó en esa ciudad el 19 de Marzo de 1812, cuando la ciudad estaba
sitiada por los franceses y el rey Fernando VII en lugar seguro, lejos de
peligros guerreros.
Poco duró la
primera Constitución Española; contempló en su articulado la “libertad de
imprenta”, que es lo mismo que la actual libertad de expresión.
Su fecha de
nacimiento, festividad de San José, le valió el sobrenombre de La Pepa, esta
expresión en el lenguaje coloquial a sido asimilada a la juerga, ¡Viva La
Pepa!, es un “viva la pep”, nada más lejos, fue una constitución ejemplar,
seguramente demasiado avanzada para los tiempos que corrían, y Fernando VII fue
obligado a jurarla para regresar al trono español, una vez instalado se le
olvidó el juramento y la derogó.
Es sin duda
“La Pepa” un ejemplo de que en este país se saben hacer cosas, y cosas buenas,
lo malo es que no perduran demasiado.
Hoy, iniciaba
este comentario, diciendo que se ha dado un paso adelante en la celebración que
ya todo el mundo conoce, en un anuncio de unos grandes almacenes nacionales,
junto a su imagen corporativa figura otra de: La Pepa, Cádiz 2012, y como
además patrocinan el tiempo en una cadena nacional de TV, la promoción está
asegurada.
Supongo que es
una programación de la promoción que hace mucho tiempo la ciudad de Cádiz está
llevando a cabo, años seguramente, nada improvisado, contactos, reuniones, todo lo necesario para llegar al 19 de marzo
de este año y que Cádiz suene en todo el mundo, nada de improvisación.
En la agenda
de la Casa Real figura la presencia en los actos conmemorativos en Cádiz, nada
de cosas a última hora ni de improvisaciones.
Otro
acontecimiento histórico, no va a correr la misma suerte, la excusa siempre ha
sido que no es de carácter nacional, que solo atañe a la Corona de Aragón, y
mil argumentos, seguramente se esgrimieron para dejarnos apartados de cualquier
posibilidad de acceder a la calificación de nacional.
Esto no quiere
decir que debiéramos quedarnos de brazos cruzados, lo de menos ya es la
celebración lo realmente importante es la proyección que de una ciudad o zona,
incluso autonomía se podría haber hecho en base al Compromiso de Caspe, hemos
perdido, seguramente, una ocasión que tardaremos cien años en volver a tener.
Poco o nada se
sabe, además hay recelos, con los vecinos de la Concordia.
Nada o casi
nada se ha promocionado y al final puede quedar como una celebración festiva,
como cada año, y una memoria de un congreso que seguramente no superará el
interés fuera de los especialistas que participen en él.
Con todo ello
a los caspolinos nos quedará, una vez más, cara de sorpresa, y la cantinela de
que nadie ha hecho nada por nosotros.
Perfecto, pero
en Cádiz, han sido en primera instancia los gaditanos los que han trabajado sin
esperar a que nadie les saque las castañas del fuego, seguramente se han
quemado, pero han aguantado y ahora se las pueden comer a la temperatura justa
y peladas.
Nos quedan
poco mas de cuatro meses y no se ve interés, apenas se conoce un programa de
actos que quedará para nosotros, los que vivimos en Caspe y poco más, nadie nos
ayudará si no lo hacemos nosotros.
Ahora ya no es
tiempo de lamentarse, ni desviar la culpa en dirección alguna, pero todavía podemos
salvar los muebles, unamos nuestros esfuerzos y tal vez tengamos suerte.
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