martes, 10 de noviembre de 2009

ALUCINACIONES AL CAER LA TARDE

Ayer paseando por el parque "entrepuentes", ese que se hizo y con muy buen criterio en el cayce antiguo del Guadalope y que tanto se utiliza para dar paseos correr o simplemente estar un rato de paz y tranquilidad, oímos pasar una bandada de grullas, iban en tres grupos y debían rondar el centenar, era al anochecer.
¡qué bien, mañana a La Salada, seguro que hacen una parada!, cosa habitual años atrás.
Hoy la gran decepción, nada de nada, La Salada sigue secándose, ya salen del centro de la laguna afloramientos de tierra, y sigue oliendo mal, tanto que las grullas no se quedaron, debieron seguir camino de Gallocanta.
Sigue La Salada falta de vida, silencio total, no se oyen las gaviotas ni los patos por no oirse ni los pájaros y los estorninos este año no han hecho acto de presencia, a diferencia de años anteriores.
Me he ido triste, se nos muere la laguna pensaba, ya era noche casi cerrada, solo un reflejo del atardecer ya vencido y me ha parecido ver este ciervo, un fantasma, me he dicho, ojos rojos, piel blanca luminosa.
¡no te asustes!, me ha dicho, solo quiero hablar un poco, soy el espíritu de un ciervo abatido este año en las sierras de Valdurrios, este año no he podido esquivar los disparos de la muerte ni la incomprensión de la administración que parece querer eliminarnos, pero antes de desaparecer en el éter quiero hacer un último intento para evitar lo que puede ser una masacre y he elegido este lugar porque aquí ya todo parece muerto, para que no pase lo mismo en Valdurrios como está pasando en este lugar otrora lleno de vida y hoy como puedes observar exento de ella.
¿y qué puedo hacer? le he preguntado, nada, me ha contestado solo escucharme y dar a conocer lo que está pasando para evitar nuestro exterminio.
¡Cuenta con ello!, le he respondido, pero te advierto que esto será un dialogo de sordos, no creo que importe mucho vuestra suerte como tampoco importa la de La Laguna ni la sus antiguos visitantes, pero por intentarlo no quedará.
Me ha parecido que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero los animales no lloran, ni siquiera sienten, dicen algunos, son bestias que están ahí para disfrute o diversión del rey de la creación, opinión extendida.
No he visto las grullas, no he visto nada de vida, solo una puesta de sol tímida al poniente cuando las sombras se alargan y las cosas irreales se convierten casi en reales.
He tratado de hablar más con el espíritu del ciervo, pero este ya no estaba, ni siquiera puedo decir que haya sido real o solo un sueño alucinación o deseo, pero al llegar a casa me he encontrado esta foto en la memoria de mi cámara de fotos, y lo más curioso es que ni siquiera he hecho una foto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"existía en este paraje un complejo lagunar, muy importante y admirado por sus características singulares, llena de vida....y de tanta protección desapareció en la primera década de este siglo".
Espero que esto sea también ficción, y que los responsables tomen conciencia del estado en que se encuentan Las Saladas.
Pienso que la comarca no debería permitir que desaparezca otro enclave paisajístico y que las generaciones futuras sólo puedan admirarlo mediante fotografías como la que encabeza este blog, o publicaciones que utilicen los verbos en pasado.

Anónimo dijo...

tienes toda la razon, pero como si no¡¡