La semana pasada estaba en el Café Levante de Zaragoza y la sorpresa al entrar fue la de artilugios de TV que había , focos cámaras aparatos de grabación.
Al fondo José A Labordeta, ¡vay!, me dij, aquí se va a realizar un programa de TV con Labordeta, pero me equivocaba no era ese Labordeta el objeto del programa sino Miguel.
Un amigo del poeta entrado en décadas estaba frente a un café, sentado a la espera de hablar del poeta aragonés, mientras pululaban por allí los técnicos, hasta que se dio la orden de grabación, el invitado hacía una semblanza de Miguel Labordeta, y contaba alguna anécdota, mientras el hermano José A. estaba en la barra departiendo con varios miembros del equipo, seguramente esperando su turno para también ante un humeante y oloroso café hablar de Miguel.
No acabé de ver la grabación pero me vinieron a la mente la cantidad de cafés que han servido de cobijo a grandes de la literatura, el Gijón de Madrid, el Gambrinus, hoy desaparecido, de Zaragoza, el propio Levante de la capital aragonesa
Y muchos más en cualquier pueblo o ciudad de España, los casinos por ejemplo, siempre han sido un continente de buenas obras de pensamientos incluso de aportar soluciones a cosas concretas en su momento.
Caspe no es menos, en cuanto a las tertulias, que no quiero comparar lo que ha salido de esos otros cafés, pero no menos importantes, hay tertulia de agricultura, tertulia ciudadana, tertulia sobre patrimonio, no de forma asidua como era en estos lugares antes mencionados pero si esporádicas e interesantes por lo que allí se comenta.
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En estos cafés o bares se habla de política, de uno y otro lado, en ocasiones se han utilizado para montar los comandos difusores de rumores interesados, se comenta el tiempo, la situación actual, la crisis, las actuaciones políticas, las cosas buenas y malas según el criterio de cada uno.
Y a veces dan miedo, porque de la misma forma que salen cosas que benefician también lo hacen otras que son rumores más críticos, es bueno aprender de esta situación que nos puede dar la clave a algún problema.
Hace más de una década un contertulio habitual en el entonces Bar España y hablando de deporte me dijo: “todo lo que oigas a menos de tres metros de una barra de un bar no vale como noticia”, y tomé nota, nunca utilicé esos rumores como noticia en si, pero si como inicio de lo que podía ser una buena noticia, y creerme, muchas han salido de estos foros, debidamente investigadas.
Una mañana fría, con niebla temprano, ante un café que desprende aromas que invitan a compartir informaciones tiene un valor extraordinario, es evidente que no todos piensan lo mismo, pero es inevitable y hay que escuchar lo que se dice para aclarar las cosas si es necesario o desmentir alguna información de las que corren como la pólvora.
Como habitual de alguna de esas tertulias informales puedo decir que son, en muchas ocasiones clarificadoras, y en todo caso te dan el pulso de lo que la sociedad piensa en un momento determinado de un tema concreto, y también de la generalidad de lo que pasa en nuestro entorno más cercano, muchas veces se magnifica algo que no tiene demasiada importancia, pero otras te da la clave de algo que sospechas.
Y son muchas, las que día a día hora a hora se realizan en cualquier lugar donde se sirva un café.
Además son curiosas, la gent que participa en ellas, cuando ves a un director de banco asiduamente con alguien piensas que hay un negocio en puertas, si se reúnen agricultores bien está lloviendo o hay alguna movida agraria al caer, las madres que llevan a sus hijos al colegio suelen comentar la actualidad del día, el político de la oposición suele acudir a alguno de estos lugares para saber por donde dar caña al gobierno, el gobierno NO, mira con recelo estas reuniones, pero no todo es política y economía, también se habla y mucho de fútbol, la de entrenadores que pululan por las mañanas, esta los toros tienen sus habituales, en fin que las conversaciones de los bares por las mañanas son aleccionadoras y no deben mirarse con recelo sino con interés seguramente puedes dar con alguna solución y en todo caso saber que opina el ciudadano .