lunes, 28 de julio de 2008

FAYÓN EN BLANCO Y NEGRO

puede que algún reportero de guerra viera una imagen como esta y tal vez la captó en su cámara, pero aquello era de verdad se moría en los asaltos, después no había celebración, solo muerte, puede que algunos estuvieran en el día del setenta aniversario y seguramente recordaron aquellos momentos de miedo, no se que debe pasar setenta años después de haber visto morir a muchos compañeros, bien defendieran ó bien atacaran, al final los muertos son muertos, no se si alguna vez se han reunido en esos mismos lugares gentes de un bando y otro, si aún existe rencor o el tiempo ha borrado ese sentimiento, no se si estaban ahí por convencimiento o por que les había tocado estar arribo o abajo, mucho se ha escrito hay documentos, hay incluso testimonios vistos desde la lejanía del tiempo. Y en el pueblo que pasaba, se oían las explosiones los disparos seguramente los griptos de los heridos, alguna bomba perdida tal vez fue a parar a la retaguardia, ¿había alguien con un familiar o conocido en el frente?, ¡qué larga espera se me antoja, qué incertidumbre, que miedo, que horror!. Y ¿porqué? fue muy divertido parecía una película, pero hace setenta años era real, allí se moría de verdad, se quedaba mutilado o preso. hace poco más de setenta años en la colina de los altos de AUTS en Fayón murió mucha gente, y en Gandesa Mequinenza, Mora de Ebro, la Batalla del Ebro había comenzado, era el principio del fin pero aún quedaba un año de sufrimiento, para los combatientes de primera línea, para los civiles, para las familias. y la incertudumbre del mañana, los que no vivimos aquellas jornadas, aquellos años nos es difícil comprender los sentimientos de los que si lo hicieron, por mucho que imaginemos el miedo de un chaval de apenas dos décadas de vida no podemos entrar en ese pensamiento de saber si vería el amanecer, muchos no lo vieron, su vida quedó truncada, en uno y otro bando apenas empezando a vivir y seguramente sin saber muy bien porqué, y aún hoy desde la lejanía de no haber vivido la experiencia uno se pregunta ¿porqué?. la Guerra fue en blanco y negro, más este ultimo, el color estuvo ausente durante tres años, por mucho que uno se empeñe si no hay bolsas ni vasos ni furgonetas, no se ve el color, en la escena dura se refleja el blanco y negro, en la fiesta tal vez salga el color. y Vale

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Partiendo del hecho de que no me gustan las recreaciones esta “moda” de recrear hechos de un periodo tan dramático de nuestra historia como fue la guerra civil me produce una especie de “nausea”.
Dos personas importantes en mi vida, mi madre y un hermano suyo fallecido recientemente, vieron sus vidas marcadas por los hechos que hoy se recrean “alegremente”: la Batalla del Ebro.
Mi madre, con 23 años recién cumplidos fue “seleccionada” para formar parte del “equipo de enfermeras” preparadas para atender en el Hospital de Santo Domingo los heridos que fueran llegando una vez iniciada la batalla.
Me conto muchas veces las dantescas escenas vividas, solo era una joven de pueblo, a partir del 26 de Julio de 1938 y durante los meses siguientes.
Cuerpos destrozados por la metralla. Acuchillados por las bayonetas en los terribles combates cuerpo a cuerpo y, por encima de todo, me contaba que lo peor era el “olor” que inundaba todas las habitaciones. Con más voluntad que medios se atendían a los heridos que continuamente iban llegando de la línea de fuego y piernas, brazos y cuerpos se “pudrían”.
Me contó como un día ante el hedor que había en torno al lugar que ocupaban unos “moros” del Ejército Regular de África les revisaron los macutos. Y en uno de ellos encontraron una cabeza, en estado de putrefacción que al no haber podido quitarle los dientes de oro que llevaba se limitaron a cortarla y meterla en su macuto.
Mi madre no tenía olfato. Siempre dijo que lo perdió en esos meses en el Hospital de Santo Domingo. Y yo la creía. Debió ser un mecanismo de autodefensa ante el olor de la muerte presente por todos lados. Pero lo que no la abandono nunca fue el recuerdo de aquellos meses.
Mi tío fue de la “Quinta del Biberon”. Un joven de 17 años que, como cantaba Serrat, “trabajaba las tierras del señor día tras día” que es arrancado de su “esclava” rutina para enfrentarse a otros como él sin saber el cómo ni el por qué.
Y por eso he recorrido mas de una vez las Sierras de Cavals y Pandols. Visitado Corbera y recorrido el pueblo bombardeado con su Abecedario antibelicista, promovido por cierto por el caspolino Jesus Pedrola. Y he contemplado el Rio Ebro a la sombra del imprsionante Castillo Templario de Miravet. Y lo he hecho siempre acompañado solamente por mi mujer y mis hijos.
Y siempre, en el silencio habitual que envuelve estos parajes, he sentido como un nudo en el estomago recordando lo que alli paso.Como miles de jovenes dejaron sus vidas y su adolescencia sin saber la mayoria de ellos por que. En un ejercicio de violencia entre hermanos dificil de superar en la historia.
Por eso cuando veos estas fotos, esas caras bien afeitadas o con barbas bien arregladas me viene "l nausea".
No entiendo como aquellos terribles hechos pueden convertirse en "espectaculo".
"El sabado por la noche habra verbena con la asistencia de los recreacionistas vestidos con sus uniformes"
¡Manda ......!
Y cantarian el !Ay carmela¡ , Si me quieres escribir, En la plaza de mi pueblo...mientras se atiborraban de cerveza.
De verdad que dan ganas de gritar aquellos de Fernan Gomez: ! A la mierda...¡.

Menos mal que al quitarles el color lo has acercado mas a aquella triste batalla.

Anónimo dijo...

El pueblo que olvida su historia, esta condenado a repetirla.
Recreaciones como esta se hacen, mas o menos, en los desfiles de moros y cristianos, en las expulsiones de moros en el pirineo aragones y en recreaciones de la Guerra de la Independencia y nadie se echa las manos a la cabeza por hacerlas, y me imagino que no eran "almas de la caridad" aquellos soldados.
Nos "sofocamos" con la Guerra Civil y somos capaces de comprar videojuegos a nuestros hijos en los que se mata mas gente en una hora que en una batalla.
Todos los oriundos de Caspe hemos tenido familiares a los que les tocó participar en uno u otro bando, cuando no en los dos a la vez y no por ello, debemos tachar todo lo que suena a Guerra Civil (GC).
Yo conozco a las personas que lo organizaron y puedo decir, que detras de esa recreación, que no deja de ser una excusa para recrear un acontecimiento hístorico y compartir una experiencia con amigos de otras zonas de España, hay cientos de horas buscando información y escribiendo libros para que podamos leer que ocurrió en esos años en base a documentos historicos y no solo en base a libros de propaganda escritos por vencedores o perdedores, y hasta hace poco, desgraciadamente la edad no perdona y ya casi no quedan, se invitaba a personas que habian participado para hacerles un homenaje, por tanto sacrificio (de ambos bandos), porque al final todos perdieron.
Las guerras por desgracia son así, muerte y sufrimiento, pero la especie humana no aprende, quizá porque quien las organiza nunca va al frente, ni él ni sus afines.