jueves, 22 de agosto de 2013

LA RESIDENCIA QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE

foto archivo: inauguración plaza de los Reyes, al fondo la estructura de la residencia
21 octubre 1993
Hay temas que parece no interesar demasiado y quedan enquistados, nadie levanta la voz, tal vez porque todos son culpables o tienen parte en el desaguisado.
Concretamente: “La Residencia”, ahí está, amueblada, equipada, obras finalizadas, y ahí sigue un año después sin uso ni expectativas de que algún día pueda llegar a tener utilidad, cosa por otra parte poco probable.
En 1991 se inició una obra que ha durado más que la construcción de algunas pirámides de Egipto, son ya 22 años desde que se anunció el inicio de la construcción de una residencia impulsada por el Ayuntamiento.
Desde su inicio las cosas no fueron bien, en octubre de 1993, hacía ya dos años del inicio de las obras, en la fotografía de la inauguración de la plaza de los reyes, la reina preguntó al alcalde: “que es ese edificio”, Mariano Gómez, alcalde en ese momento, le contestó que era la residencia para la tercera edad y que pronto estaría en uso, en la foto se aprecia que estaba ya la estructura acabada.
Veinte años después y veintidos desde que se iniciara, sigue siendo un edificio inútil, sin uso y lo peor, sin posibilidades de que llegue a tenerlo algún día.
Cinco alcaldes, otros tantos arquitectos y un buen número de empresas, no han sido capaces de finalizar y dar uso a ese edificio, y otra cuestión, cuanto ha costado, ni se sabe, y si se sabe parece que da vergüenza decirlo, es posible que entre un desaguisado y otro, entre unas reformas y contra reformas, en indemnizaciones a empresas que no cumplieron pero hubo que pagarles, la cosa supere los seis millones de euros, y todo para que ahora no se pueda conseguir la certificación y puesta en uso.
Parece, o se desprende que hay defectos insalvables, defectos de construcción que impiden su apertura o cuando menos sacarla a concurso para ver si hay suerte y alguien quiere hacerse cargo de semejante bodrio.
En marzo de 2012, fuimos Jesús Senante, alcalde en funciones en ese momento, y yo mismo a la consejería de bienestar social, nos entrevistamos con Cristina Gavín, entonces directora general de dependencia.
Casi una hora de reunión en la que le contamos como estaba la residencia, a la vez que solicitamos el conveniar una serie de plazas para hacer viable la apertura, después de mucho hablar nos dijo que eso no era competencia suya que lo era del IAS, pero que ella mismo hablaría con el director gerente y en breve nos convocarían a una nueva reunión, eso si, nos advertía, la solución no pintaba bien, que no había dinero y se estaban rescindiendo acuerdos con otras residencias.
Salimos de allí un tanto apesadumbrados, pero siempre con la ilusión de poder hablar con el gerente del IAS y tal vez llegar a algún acuerdo.
Pasó el tiempo y nada de nada, es más a los pocos meses Cristina Gavín fue nombrada directora gerente del IAS.
Bueno, nos dijimos, ahora nos llamará, y como mostró interés, cuando no era su competencia, ahora que puede tomar la decisión tal vez sea posible.
Una vez más, no hubo ni reunión ni nada parecido, silencio total.
Hacia el verano de 2012, se amuebló y equipó la residencia, quedó lista para su uso, salas de estar, gimnasio, comedores, habitaciones, enfermería, cocina, hasta el bar.
En noviembre, ya no era concejal, presenté mi renuncia en octubre, se realizó una jornada de puertas abiertas, mucha gente pasó a ver el edificio, a todo el mundo gustó como había quedado.
Los acontecimientos posteriores llevaron a un cambio de gobierno municipal, y la residencia de nuevo a dormir el sueño de los justos, y lo que es peor, un comentario del concejal de sanidad apuntaba a que había tantos defectos que no se podía conseguir la certificación para su apertura.
Esta nueva situación deja boquiabierto a cualquiera, la residencia ha tardado veintidos años en acabarse y se ha hecho mal, han pasado empresas alcaldes arquitectos y un buen número de concejales de obras y urbanismo, se ha gastado una considerable cantidad de recursos económicos y ahora, una vez finalizada se dice, que tiene defectos insalvables.
A uno, y a otro y a todos se nos queda cara de “haba”.

El resultado, no tenemos residencia, lo peor, nunca la tendremos, ahora habría que buscarle otra utilidad, la que se me ocurre no es publicable.

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